El café es menos ácido que el vino y la cerveza
Cuando decimos que “el café es muy ácido”, nos referimos a la sensación en boca, no a la acidez real de la bebida. Y acá aparece un dato que puede sorprender: El café es, químicamente, menos ácido que el vino y la cerveza.
¿Qué significa ácido?
La acidez se mide con una escala de PH que va de 0 (ácido) a 14 (alcalino) y 7 que es neutral. El café preparado típicamente, suele tener un PH aproximado de 4,8 a 5,1. En comparación con el vino que ronda entre 3 y 4. Y la cerveza que incluso puede tener valores más bajos según el estilo.
Esto significa que, desde un punto de vista químico, el café es menos ácido que el vino y muchas cervezas.
Entonces ¿Por qué lo sentimos “ácido”?
Esto se debe a que en el mundo del café, cuando hablamos de acidez, no hablamos solo de PH, sino de sabor. La acidez del café es una cualidad sensorial positiva: esa sensación viva, brillante y jugosa que recuerda a frutas y cítricos.
Esa acidez proviene de ácidos orgánicos naturales del grano, como el ácido cítrico, ácido málico y ácido fosfórico. Son ácidos suaves, complejos y agradables, muy distintos a la acidez agresiva de una bebida avinagrada o muy fermentada.
- Acidez cítrica - fresca y brillante (como limón o naranja)
- Acidez málica - suave y jugosa (similar a la manzana)
- Acidez tartárica - intensa y secas (uvas)
- Acidez fosfórica - Brillante y ligera
Cuando estas acideces están equilibradas, aportan complejidad y hacen que el café sea más agradable al tomar.
En el vino y la cerveza, la acidez cumple otro rol.
En el vino aporta estructura, frescura y longevidad. En la cerveza, depende mucho del estilo y del proceso de fermentación. Al ser bebidas fermentadas, la percepción de la acidez suele ser más directa e intensa.
En el café, ¿influye el tueste a su acidez?
Tuestes claros → más acidez percibida
Tuestes oscuros → menos acidez, más amargor
Métodos como filtro o prensa → acidez más limpia
Métodos concentrados (espresso) → acidez más intensa, pero breve
La acidez del café no es un defecto, sino una herramienta de sabor, y bien trabajada, hace que una taza sea equilibrada y memorable. La acidez es una de las grandes virtudes del café de calidad, lo que transforma una bebida cotidiana en una experiencia llena de matices. Bien equilibrada, nos permite disfrutar del café tal como es: complejo, vivo y lleno de carácter.
