El Latte y el Capuccino son dos tipos populares de café con leche, pero difieren en su composición y proporción de ingredientes.
El latte contiene más leche que café y una fina capa de espuma. Se sirve más caliente que el capuccino y su sabor es más suave y cremoso.
El capuccino lleva menos leche y una textura más espumosa, su sabor es más intenso y se sirve a una temperatura ligeramente más baja para mantener la espuma.
Estas dos bebidas se sirven en recipientes distintos por sus proporciones de ingredientes.
El latte se sirve en una taza más grande porque tiene una mayor proporción de leche, lo que requiere más espacio. Mientras que el capuccino se sirve en una taza más pequeña, debido a su equilibrio entre espresso, leche vaporizada y espuma. Tiene una capa de espuma más abundante, por eso el recipiente es más pequeño, para contener la espuma y mantener la proporción correcta de los ingredientes.
Los recipientes ya sea para latte o capuccino suelen ser de cerámica o vidrio templado, para conservar el calor de la bebida.
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